Por qué el Camino Inverso Perché il Cammino Inverso

[ESPAÑOL]

Durante el verano de 2019 tuve que quedarme sin vacaciones. Las ganas de viajar, como siempre, no faltaban, pero las circunstancias invitaban a esperar. Yo lo acepté con deportividad y convencido de que era la mejor de las opciones.

La cuestión es que, en el día a día tórrido y monótono de mis vacaciones en casa, surgió un resquicio de libertad, que yo me recortaba cada mañana en forma de paseítos higiénicos. Y al ritmo de los pasos que daba mecánicamente por aquellas calles aprendidas de memoria, fue resurgiendo un deseo casi sepultado en la noche de los tiempos: hacer el Camino de Santiago. Comprobé las etapas del camino francés, las dividí por los días de un mes que solo existía en mi imaginación, y me situé con los ojos cerrados rumbo a Compostela.

Caminaba por el Parque de Gasset de Ciudad Real, pero en realidad no era entre los jardines y la pérgola, ni por la Fuente Talaverana por donde se entretenía mi mente, sino que atravesaba los Pirineos, llegaba a Pamplona o seguía hacia Burgos sin olvidar la meta final muchos kilómetros más allá. Y entre todas esas imágenes empezaron a nacer los poemas, que aparecían sin avisar y me obligaban a dictárselos al móvil, con la esperanza de que me los guardara hasta que me hicieran falta otra vez. Y con el tiempo todos esos poemas se convirtieron en Travesía. Un libro que quiere ver el Camino como la vida misma, que surge en Saint Jean Pied de Port, para cruzar la gran cordillera con un esfuerzo inicial parecido al del embarazo y el parto, continúa tímidamente como un bebé que gatea y da sus primeros pasos, y poco a poco va creciendo, madurando y envejeciendo, hasta que se encuentra delante de La Gloria, ese pórtico asombroso ante el que debe rendir cuentas del camino que fue y el que pudo haber sido.

Y después de tanto tiempo, mañana empezaré el CAMINO INVERSO. Un camino del revés, porque ya lo empecé hace tiempo escribiendo sobre él sin conocerlo realmente, iniciando la casa por el tejado, la comida por el postre, el chiste por la carcajada, la historia por el final… Ya veremos lo que nos depara. Quizá se quede en el intento, quizá no cumpla las expectativas, quizá sea completamente diferente a lo que imaginé. Un CAMINO IN-VERSO, porque estará salpicado de poemas viejos y quién sabe si nuevos. Pronto saldremos de dudas. Transcurrirán los días y los pasos, y nos resolverán el misterio. Como la vida misma.

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[ITALIANO]

Durante l’estate del 2019 sono dovuto rimanere a casa, senza vacanze. La voglia di viaggiare, come al solito, non mancava, ma le circostanze mi invitavano ad aspettare. Io l’ho accettato con sportività e certo che quella fosse la scelta migliore.

Il fatto è che, nella routine torrida e monotona delle mie vacanze a casa, si è aperto uno spiraglio di libertà, che io mi ritagliavo ogni mattina in forma di passeggiate igieniche. E al ritmo dei passi che facevo meccanicamente attraverso quelle strade conosciute a memoria, è ritornato pian piano un desiderio quasi sepolto nella notte dei tempi: fare il Cammino di Santiago. Ho controllato le tappe del cammino francese, le ho divise per i giorni di un mese che esisteva soltanto nella mia immaginazione e mi sono collocato con gli occhi chiusi verso Compostella.

Camminavo per il Parco di Gasset di Ciudad Real, ma in realtà non era fra i giardini e la pergola, vicino alla Fonte Talaverana, dove si tratteneva la mia mente, ma attraversando i Pirenei, arrivando a Pamplona o proseguendo verso Burgos senza dimenticare il traguardo finale molti chilometri più in là. E fra tutte quelle immagini iniziarono a nascere le poesie, che apparivano senza avvisare e mi costringevano a dettarle al cellulare, sperando che rimanessero lì custodite finché non ne avessi di nuovo bisogno. E col tempo tutte queste poesie sono diventate Travesía. Un libro che vuole vedere il Cammino come la vita stessa, che inizia a Saint Jean Pied de Port per attraversare la grande catena montuosa travolta da uno sforzo simile a quello della gravidanza e del parto, continua poi timidamente come un bebè che gattona e fa i suoi primi passi, e successivamente cresce pian piano, matura e invecchia fino ad arrivare a La Gloria, quel portico sorprendente di fronte al quale deve rispondere del cammino che è stato e di quello che sarebbe potuto essere.

E dopo tanto tempo domani inizierò il CAMMINO INVERSO. Un cammino alla rovescia, perché l’ho già iniziato tempo fa descrivendolo in dettaglio senza conoscerlo veramente, cominciando la casa dal tetto, il pranzo dal dessert, la barzelletta dalla risata, la storia dalla fine… vedremo cosa ci riserva. Magari rimarrà nel tentativo, magari non soddisfarà le aspettative, magari sarà completamente diverso da come l’ho immaginato. Un CAMMINO IN-VERSO, perché sarà costellato di vecchie poesie e chissà se anche di nuove. Presto ci toglieremo i dubbi. Trascorreranno i giorni e i passi, e ci risolveranno il mistero. Proprio come succede nella vita.

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18 comentarios sobre “Por qué el Camino Inverso Perché il Cammino Inverso

  1. Mio carissimo Paco, espero que tengas suficiente pomada pa’ esos pinreles, que van a sufrir lo que no está escrito. No tengo la menor duda de que el parto será intenso pero «ce la farai», como siempre, porque tú lo vales.
    Un besote 😘

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